En el mundo de las criptomonedas, la escalabilidad se refiere a la capacidad que tiene un sistema “blockchain” de adaptarse a la demanda de uso. Es decir, que una cadena de bloques pueda satisfacer o no, en un momento dado, la cantidad de operaciones que los usuarios aplican. El tema de la escalabilidad genera debates, discusiones y hasta nuevas criptomonedas.
Partiendo de la principal criptomoneda, el Bitcoin, se puede decir que su escalabilidad es limitada. Esta criptomoneda fue creada con un código que define cuantas operaciones pueden entrar en un bloque, según su tamaño. El tamaño del bloque de Bitcoin está definido a 1 Mb, lo que apenas puede permitir que cada uno registre apenas unas 4.200 operaciones. Esto sucede cada 10 minutos.
Problemas de escalabilidad
El principal problema de la escalabilidad es la masificación de uso. En el año 2017, cuando el Bitcoin estuvo cerca de cotizar 20.000 dólares, se pudo ver los problemas de escalabilidad. La demanda de operaciones hizo que los mineros dieran prioridad a las transacciones que más comisiones pagaban. Las transacciones con menos comisiones quedaban atrás y se comenzaron a producir retrasos de confirmaciones.
Esa situación hizo que muchos usuarios no podían ver su transacción aprobada por horas, incluso por días. Además de un aumento significativo en el valor de las comisiones. Bitcoin sufrió una primera bifurcación dura, con la creación de Bitcoin XT, que llevaba la escalabilidad a 8 Mb, pero no hubo consenso en la red para migrar. La nueva red Bitcoin XT no obtuvo el apoyo de los mineros.
Baja escalabilidad, alta seguridad
Aunque sobre el Bitcoin se diga que tiene problemas de escalabilidad, al mismo tiempo esto es su gran virtud. Puede ser paradójico, pero no poder realizar decenas de miles de transacciones por segundos, tiene su compensación. La baja escalabilidad se traduce en alta seguridad. La criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto es la más segura por esa razón.
Una baja escalabilidad limita la cantidad de operaciones que se pueden sellar en un bloque. Hay que recordar que las transacciones de Bitcoin, se agrupan en bloques de operaciones, de 1 Mb. Cada bloque cerrado se suma a la cadena de bloques y se inicia el proceso de confirmaciones.
Contra los piratas informáticos
El tamaño del bloque de Bitcoin tiene su razón y es que el sistema está diseñado para que no haya ataques de piratas informáticos. Si alguien introdujera un bloque con más transacciones que las permitidas por el código, entonces la red lo rechazaría.
Este sistema de seguridad evita que alguien introduzca operaciones que no existen realmente, en la cadena de bloques del Bitcoin. Pero como este proceso de construcción de bloques, se hace en Bitcoin cada 10 minutos, entonces no hay posibilidades de que existan decenas de miles de operaciones por segundo.
Transacciones una por una
Uno de los aspectos que es común en las cadenas de bloque, es que todos los nodos de una red, realizan la verificación de una transacción a la vez. Esto resulta en una pérdida de valiosos recursos y se ha planteado la fragmentación de la “blockchain”.
Algunas alternativas
Surgieron criptomonedas convencionales como el Litecoin, cuyo lapso para cerrar bloques es más corto, cada 2 minutos. Con Bitcoin se plantearon más bifurcaciones, y surgieron Bitcoin Cash, Bitcoin Unlimited. También apareció el protocolo SegWit, para usar espacios dentro de los bloques e introducir más operaciones. Hay soluciones como Lightning Network, para operaciones fuera de la cadena a través de canales directos entre usuarios.
Hay otros protocolos como Ethereum, que tienen una escalabilidad más alta que Bitcoin, que presentan problemas de seguridad.
Experimentación con nuevas criptomonedas
Nuevas cadenas de bloque surgieron, para convertirse en la base de desarrollos criptográficos que permitan ejecutar cientos de miles de transacciones por segundo. Se han desarrollado modelos sobre la base del algoritmo de Prueba de Participación (PoS), con el propósito de permitir la adopción masiva.
Hay también variables del algoritmo PoS y en función de que se aumente la cantidad de transacciones en una red, se dan cambios de modelos. Hay nuevas criptomonedas que pueden permitir miles de operaciones por segundo, pero los problemas de seguridad siguen presentes. Existen modelos en que se aplica la Teoría de Juegos, para compensar a quienes verifican transacciones legítimamente y castigar a los que no.
Algunos protocolos plantean la fragmentación de la cadena de bloques, para transacciones paralelas.
Un asunto de maximalistas
Desde el surgimiento de Bitcoin, la tecnología de la cadena de bloques ha estado en constante revisión y lanzamiento de nuevas monedas. Los maximalistas del Bitcoin, no aceptan cambios en el código, porque sería desvirtuar el desarrollo inicial. El surgimiento de nuevas fichas a partir del código de Bitcoin, ha hecho que estas sean consideradas monedas alternativas o “altcoins”.
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