El precio de Bitcoin alcanzó un nuevo máximo en lo que va del año de 38.410 dólares el 24 de noviembre, impulsado por una notable inactividad de la oferta y una creciente demanda.
Según el informe Bitfinex Alpha, una cantidad sin precedentes de 13,65 millones de bitcoins, aproximadamente el 70 por ciento del suministro total en circulación, no se ha transado ni movido durante más de un año. Además, el número de BTC que permanece inalterado durante más de dos años asciende ahora a casi 11,2 millones, es decir, casi el 60 por ciento.
Esta notable inactividad de la oferta de Bitcoin representa un importante apuntalamiento del precio. También una fuente de presión al alza a medida que la creciente demanda persigue a la oferta limitada.
Baja oferta y ganancias modestas
La velocidad actual de Bitcoin, una medida de la frecuencia con la que se comercializa o utiliza Bitcoin para transacciones, también se sitúa en un nivel históricamente bajo de 15,78. Esto indica un cambio significativo en el sentimiento en comparación con el último ciclo del mercado bajista, cuando la velocidad de Bitcoin alcanzó un máximo de alrededor de 80.
No es sorprendente, por lo tanto, que Bitcoin alcanzara un nuevo máximo en lo que va del año; los tenedores se vuelven reacios a vender y los compradores buscan oferta. Bitfinex calcula que el 83,7 por ciento de los tenedores actuales obtienen ganancias, pero la presión de venta hasta ahora es moderada. Una razón de esto es que el tamaño real de estos beneficios no realizados sigue siendo modestos.
Contraste con la economía estadounidense
La narrativa clara que vemos en los mercados de criptomonedas contrasta marcadamente con las señales a veces bastante contradictorias que emergen de la economía estadounidense.
Por ejemplo, una disminución notable en el gasto en equipos comerciales reportado se interpretó como un resultado directo de los altos niveles actuales de tasas de interés. Pero, aunque esto representa un claro indicador de cautela, los mercados laborales siguen siendo ajustados. Con una sorprendente caída del 10,3 por ciento en las nuevas solicitudes de desempleo reportadas la semana pasada, alcanzando cifras que son incluso más bajas que los niveles prepandémicos.
De manera similar, el mercado inmobiliario experimentó una caída dramática en las ventas de viviendas usadas. Alcanzaron su punto más bajo desde 2010, otra víctima de las tasas hipotecarias más altas en dos décadas, junto con una oferta de viviendas limitada. Y los consumidores siguen siendo cuidadosos con las perspectivas futuras: la encuesta sobre la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan informó que las expectativas de inflación están aumentando.
No sorprende que el dólar haya estado bastante volátil, cayendo la semana pasada a su nivel más débil, desde finales de agosto antes de recuperarse nuevamente en una ganancia intradiaria que no se había visto en varias semanas.
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