El “automated market maker” o creador de mercados automatizado, puede considerarse como un robot para intercambio de activos criptográficos. En principio, es un algoritmo que se denomina contrato inteligente, que permite el comercio de forma descentralizada o sin custodia de terceros. El usuario podrá realizar cambio de monedas, partiendo de billeteras Web 3.0 que controla con sus propias claves privadas.
En un intercambio centralizado, el usuario debe confiar sus monedas a las billeteras de la empresa que hacen la custodia. Con el “automated market maker”, es todo lo contrario. A partir de aquí la forma en que funciona, es lo que define definitivamente este tipo de desarrollos, que están en auge. El usuario comienza a descubrir sus beneficios y también empieza a ser parte de estos.
Cómo funcionan
En principio, los “automated market maker”, tienen varias funciones. La principal es la de intercambio instantáneo de criptomonedas. Otra de las más populares, es la de bloquear fondos en las piscinas de liquidez, con que funcionan, de esta forma el usuario pude ser un creador de mercado. Aparte de eso, por bloquear saldo o liquidez en el protocolo, obtendrá proporcionalmente ganancias provenientes de las comisiones de los que hacen intercambio.
Muchos de estos desarrollos ya han establecido también una segunda forma de minería en su algoritmo. Estos emiten “tokens” que son bloqueados en la red de la aplicación. De esa forma el usuario será parte de la gobernanza y adquirirá recompensas en el “token” nativo. Todo lo anterior desde la billetera con sus propias claves. Por eso se le denomina automatizado.
Sin necesidad de custodia
La cadena de bloques líder en la que se despliegan la enorme mayoría de los “automated market maker”, es Ethereum (ETH). También existen numerosos desarrollos en otras “blockchain” que ejecutan contratos inteligentes, ya que es la base de sus funciones. Es decir, poder programar diversas acciones del dinero digital.
Existen desde las llamadas “yield farming”, que tienen protocolos para distribuir “tokens” bajo esquemas de ganancias de diferenciales de precios e intereses. También hay los desarrollos de préstamos, en los que el usuario no requiere sino acuñar otras fichas, dejando un valor como garantía y gestionando los intereses y los precios. Todo esto sin necesidad de aprobaciones por juntas, papeleo o largas listas de requisitos.
También están las plataformas que emiten derivados de un activo determinado. Por ejemplo, el bitcoin solamente se puede usar directamente dentro de su cadena de bloques. Pero un usuario necesita monedas que repliquen el valor del bitcoin, en la red Ethereum (ETH). Envía las fichas a una dirección que integra en el contrato inteligente y acuña bitcoines virtuales en la misma cantidad, en la otra “blockchain”. De ese modo podrá usar una moneda del mismo precio que le sirvió de garantía en el comercio de activos sintéticos.
Avances de los “automated market maker”
Las plataformas de intercambio de monedas son los conocidos DEX o intercambios descentralizados. Mientras un intercambio centralizado necesita libros de órdenes de compra y venta, en un “automated market maker”, se emplean fórmulas matemáticas. En otros se utilizan base de datos de cadenas de bloques específicas para tal función, las cuales actualizan precios del mercado en tiempo real.
Gracias a la programación y al desarrollo de nuevos algoritmos, en muchos de los intercambios descentralizados o DEX, ya existen órdenes limitadas y órdenes de mercado. Es decir, han ido adoptando las funciones de los intercambios centralizados. Cuando un usuario de los DEX realiza transacciones de compra o venta, las mismas son “peer-to-contract” o P2C. El intercambio no lo hace con un usuario contra parte, sino con un contrato inteligente.
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